Luego de un año y medio parado por una tendinopatía en la rodilla derecha, el base rosario Marco Giordano volverá a jugar.
El regreso no será en Regatas y su vuelta a la competencia oficial será en Italia. Militará en el Esperia Olimpia Cagliari de la Serie B de la liga de ese país.
En Regatas disputó siete temporadas y se convirtió en una de las grandes promesas del basquetbol nacional. Una lesión de cadera, le puso un primer freno a su carrera. Volvió a jugar, recuperó sus minutos, hasta que una nueva lesión detuvo de su crecimiento.
“La verdad que fue bastante complicado en cuanto a lo psicológico. En muchas situaciones me encontré perdido y sin solución. Pasé por muchos kinesiólogos, muchos médicos, muchos traumatólogos y a mi lo que más me quemaba la cabeza es que todos me decían que no era una lesión grave o que no era una lesión que te llevaba más de un mes y medio de recuperación”, contó en una entrevista que brindó a Basquet Plus.
“Cuando estaba en Regatas y me estaba tratando, en un momento no me sentía cómodo y no veía un norte en cuanto a la recuperación, entonces decidí hacer la rehabilitación en Rosario. En ese momento, que era febrero de 2023, me dijeron que me iba a llevar un mes o un mes y medio, entonces quedé con el club que pasado ese tiempo yo volvería ya recuperado”, le relató al periodista Federico Radulovich.
Y agregó: “Pero ese tiempo se convirtió en un año y seis meses. Estaba estancado. Nunca me sentía mejor. Al contrario, me sentía peor, entonces no entendía qué pasaba y me costaba procesarlo. Pasó esa temporada, fue bastante frustrante no poder volver, porque sentía mucha culpa de no haber podido cumplir con mi palabra, responder a esa confianza que me dieron”.
Siguió explicando: “Lo peor vino después. En julio de 2023, tampoco encontraba respuestas. Estaba haciendo básquet, pero no sentía que la rodilla me respondiera bien y tuve que volver a empezar. Encima, en la temporada pasada, yo había arreglado de nuevo porque supuestamente iba a estar listo para octubre. Fui al club (Regatas) para terminar de recuperarme. Pero tampoco pude terminar de hacerlo. Entonces me volví a Rosario a principios de la temporada pasada y ahí fue cuando sentí que no iba para ningún lado”.
Con una madurez encomiable, respondió una dura pregunta: “Sí, me sentí re contra retirado. Fue bastante duro. Siempre pensé en un plan B. En un momento me costó aceptar que no iba para ningún lado, que quizá no funcionaba, pero era totalmente impensado para mi a esta edad dejar de jugar”.
“Hoy en día mi único objetivo es volver a jugar y disfrutar adentro de la cancha. Eso es lo que busco y, si lo logro, seguirá siendo lo más importante, más allá de dónde llegue o dónde juegue”, culminó.
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