junio 8, 2025

José Mazzaro, el correntino de las novelas premiadas en el mundo

El escritor está pronto a lanzar su nueva obra “El Mazo”. Una historia de terror ambientada en Corrientes y que logró en 2019 la máxima distinción en el Concurso de Escritura Lovecraft Interactivo. “La literatura es una expresión artística que abrazo desde muy chico”, dijo.

De perfil bajo, pero merecedor de numerosos premios internacionales, el escritor correntino José Mazzaro suelta tintas para su libro “El Mazo” que será presentado en breve. Es una de sus obras que recibió el primer premio latinoamericano de Concurso de Escritura Lovecraft Interactivo 2019″, organizado por Living a Book Inc. y pathbooks en el cual participaron concursantes de toda Latinoamérica.

Esta novela experimental de Mazzaro es una historia de terror ambientada en Corrientes. “Comencé a escribir estas historias desde muy chico, mi mamá trabajaba en un museo ubicado en un subsuelo (Ciencias Naturales Amado Bonpland). Me encantaba. Más historias que en un museo, difícilmente, en los libros quizás”, explicó el escritor en una entrevista con época.

Sus primeras experiencias en la literatura fueron a los 10 años. “La ayudaba a tipear, así aprendí. Después mi papá se compró una computadora y empecé a escribir”, comentó el escritor y psicólogo de profesión. “Miraba una serie, que no recuerdo el nombre, en videos de VHS, y vi todos los capítulos. Y empecé a escribir lo que a mí me hubiese gustado seguir viendo en esa serie”, recordó.

Más tarde inició su camino en el taller literario NUR que dirigía el escritor Avelino Núñez y a los 17 años publicó su primer libro, iniciando su camino como cuentista y novelista de terror y ciencia ficción. Su pasión por la literatura se expresa en sus obras, “es poder narrar o contar parte de ese lenguaje oculto, secreto que tiene el mundo”, dijo y añadió: “En la literatura dependiendo del género, está esa cuestión de tener que contar siempre dos historias. Una es la superficial, la manifiesta, y la otra es la latente, la oculta. Yo creo que, por ahí la literatura, como todo vehículo artístico, lo que te permite es dar cuenta de ese lenguaje secreto”.

Sobre sus historias asegura que no tiene inspiración, “solo me siento a escribir, no espero a tener ganas o inspirarme para hacerlo. Solo escribo y punto, trato hacerme el tiempo necesario”, explicó.

Sus obras no apuntan a un lector en específico, casi ni siquiera lo realiza pensando en quién lo va a leer. “Una de las cosas que adquirí en los talleres fue aprender a soltar la obra. Cada tanto puedo mirar, sentir orgullo o decir, `mirá, esa obra la hice yo y nada más`”, comentó Mazzaro.