abril 24, 2025

Alerta máxima en la frontera entre Israel y el Líbano

De las dos grandes fronteras calientes que tiene Israel, es la septentrional, fronteriza con el Líbano, la que se pondrá al rojo vivo si Irán se decide a atacar al Estado judío como ha prometido.
Teherán maneja en estas horas de gran tensión el factor sorpresa. Su principal aliado es el Movimiento Hezbollah, que literalmente quiere decir “el partido de Dios”, la organización de fe islámica shiita a la que el líder, ayatollah Ruollah Jomeini, dio un notable impulso tras la revolución en Irán que echó del poder al sha de Irán en enero de 1979 e instaló a Jomeini.
Los shiitas representan una activa minoría entre los fieles del Islam y Hezbollah nació por su voluntad como una milicia paramilitar durante el conflicto armado con Israel en 1982 hasta convertirse en una organización unificada, adiestrada y organizada por un contingente del Cuerpo de los Guardianes de la Revolución Islámico, brazo armado de la revolución jomeinista.
En 1982 Hezbollah lanzó una insurrección culminada veinte años después con el retiro unilateral de Israel del Líbano y una cadena de atentados suicidas que empujaron afuera a los israelíes de la aventura libanesa.
A la vez Hezbollah fue ampliando su acción políitca. En las elecciones de 2022 conquistó doce asientos en el Parlamento y algunas figuras del gabinete salieron de sus filas. Su ideología es la del shiismo político desarrollado por el ayatollah Jomeini, líder de Irán hasta su muerte, en 2009.
El gobierno argentino acusó a Hezbollah de haber cometido los dos peores atentados terroristas de matriz internacional en la historia del país: las voladuras de la embajada israelí en Buenos Aires y de la AMIA, la mutual social de la comunidad judía, en 1992 y 1994. En la embajada murieron 22 personas con 2441 heridos. Otras 85 fallecieoron en la AMIA. Hezbollah negó siempre toda responsabilidad en los atentados.
El líder de Hezbollah es Hassan Nasrallah. Dijo que su grupo responderá a Israel “sin importar las consecuencias”.