abril 24, 2025

El apocalíptico relato de los argentinos que viven en Valencia tras el violento temporal

Agua que superó los dos metros, corrientes letales que arrastraron hasta heladeras de los interiores de las viviendas y miles de evacuados.

La Comunidad Valenciana pasó una de las noches más trágicas de los últimos 60 años. Todo fue culpa de la DANA. Al menos 92 personas murieron en unas enormes inundaciones que devastaron las zonas aledañas la ciudad donde se encuentran casi 4000 argentinos empadronados como residentes. Mientras que registraron otras dos víctimas en Castilla La Mancha y otra en Málaga. La inédita cantidad de 400 milímetros de lluvia en menos de 24 horas, arrastró barrios enteros y sembró el caos en muchos pueblos que quedaron aislados y a los que los servicios de emergencia intentaban acceder este miércoles para rescatar víctimas. A estas horas, los servicios básicos se encuentran interrumpidos en algunas zonas y continúan los operativos de evacuación.

Soledad Peiró es tucumana, tiene 33 años y hace 5 que vive en Valencia. Cuenta a este medio que las precipitaciones en las poblaciones cercanas a Valencia comenzaron temprano y alrededor del mediodía los canales y ríos ya cargaban con bastante agua. Empezaron a circular imágenes en redes sociales sobre las primeras crecidas pero los ciudadanos recibieron a las 20.11 la primera alerta de Protección Civil. “Los accesos a la ciudad de Valencia colapsaron, hay autos y camiones tirados por todos lados por el temporal”, indica Peiró, aunque agradece no haber padecido cortes de los servicios básicos. “Se le pidió a los ciudadanos no salir de casa por vía terrestre a menos que no sea necesario”, agrega en relación a las indicaciones que se comunicaron desde el gobierno local.

Luis Caldani es rosarino, vive hace 4 años en Valencia junto a su pareja y trabaja a unos 20 kilómetros en una empresa que tiene el centro de distribución en Cheste, uno de los pueblos más afectados. “Quedaron 50 personas encerradas en la planta y tuvieron que pasar la noche ahí. Quisimos llevarles provisiones hoy por la mañana temprano pero las autopistas estaban todas cerradas y los supermercados ya estaban medio vacíos, era evidente la paranoia”, dice Caldani.

En cinco minutos la ciudad se vino abajo”, afirmó a LA NACION una argentina de 30 años. Sofia Demarco vive hace un año en Sedaví, un municipio de la Comunidad Valenciana a 15 minutos en auto de la ciudad. En este sector, que se encuentra más cerca del río Turia, el agua superó los dos metros. Inmediatamente después del alerta de la noche, comenzó un temporal muy fuerte que terminó en un tornado que destrozó una contención del río y consecuentemente inundando toda la zona. Cuando se asomó al balcón de su casa vio imágenes devastadoras, “había gente encerrada en sus autos que no podía salir u otros colgados de los techos de los autos mientras los arrastraba la corriente. incluso algunos durmieron arriba de los camiones”. “Algunos de mis vecinos de la cuadra que se encontraban en planta baja, intentaban escapar de sus casas porque el agua empezó a subir de un momento a otro, el diluvio no paraba y no sabían hasta donde llegaría”, agrega Demarco.